Durante décadas, los gobiernos neoliberales abandonaron al pueblo, privatizando bienes públicos y convirtiendo la justicia social en una mercancía. Mientras unos pocos acumulaban riqueza, millones enfrentaban la precariedad sin apoyo ni oportunidades.
Con la Cuarta Transformación, el bienestar dejó de ser un favor para convertirse en un derecho garantizado. Programas como la Pensión para el Bienestar, las Becas Benito Juárez y el apoyo a personas con discapacidad han cambiado vidas y ahora son parte de la Constitución.
En Michoacán, nuestro gobierno prioriza a quienes más lo necesitan: mujeres, familias vulnerables, pueblos indígenas y la población afromexicana. Antes se gobernaba para las élites; hoy se gobierna para el pueblo. La justicia social ya no es un discurso, sino una realidad.
El pueblo no olvida quién lo abandonó y quién lo respalda. La 4T seguirá avanzando con pasos firmes, porque el bienestar de todas y todos es nuestro destino.